domingo, 22 de febrero de 2015
Exposición Mujer / Arte / Oficio 2015
Este año he vuelto a ser invitada a participar en la muestra MUJER/ARTE/OFICIO que se celebrará el próximo 22 de Marzo en la Sala Hangar con motivo del día de la mujer trabajadora.
Y yo, encantada de participar, faltaría menos.
Este evento que comenzó el año pasado por iniciativa de la Sala Hangar (Elisa Sanz) y Sara Serna (Sara Serna Joyas de Autor) es una gran oportunidad para mostrar al público lo que comprende tener un oficio, hablo en mi caso.
Para mí, tener un oficio, comprende el estudio, la experimentación, la dedicación exclusiva a tu trabajo, el no rendirse, el apostar por lo que te gusta y sacarlo adelante contra todas expectativas y pronósticos arriesgados.
Suena idílico, pero no comprendo otra vida que no sea luchando por lo que realmente deseas, y esto suena utópico, pero es lo que realmente pienso.
Hace tiempo, bastante ya, me presenté a unas entrevistas que la administración ofertaba para la búsqueda de empleo, aprendí que hoy día, según los expertos, no es rentable luchar por un sueño si antes no ha pasado por una criba de estudios de mercado, proyectos redactados y cuenta con una financiación que abarca toda una puesta en marcha y un mantenimiento de al menos un par de años. Y con todo y esto no te aseguran que funcione, marcando un periodo mínimo de 5 años para ver los resultados.
Nos llaman emprendedores, porque cómo la propia palabra indica "emprendemos", y este periodo abarca desde que presentas la idea hasta que te das de alta en la seguridad social.
Durante este tiempo te ofrecen multitud de actividades para potenciar tu futura empresa y para estar preparado en el momento de iniciar la actividad de manera legal. El concepto es estupendo pero la realidad que yo vi no era tal, mediante esta idea se aglutinaban, de manera constante y perpetua, una serie de personas que aprovechando la situación serían eternos emprendedores.
Este periodo de emprendimiento me lo perdí, yo arriesgué y de un día para otro me metí de lleno en el mundo empresarial sin criba, sin estudio de mercado, sin proyecto redactado y con una pequeña inversión bancaria, de la cual mis padres tuvieron que ser avalistas, de la que, si Dios quiere, este año por fin se finaliza, con ayuda de mi compañero, y todo por un sueño guiado por una necesidad.
Mi sueño, crear con mis manos. La necesidad, vivir de lo creado.
Hasta aquí nada fuera de lo corriente que merezca la distinción que marca un oficio.
Pero una que es complicada por naturaleza, no se conformaba con hacer (producir, componer, fabricar) , yo quería crear con mis manos algo que tuviera historia, con raíces, partir de una materia prima básica y transformarla hasta el límite que impusieran mis manos y mi imaginación, que implicara un aprendizaje previo para conseguir llegar a la dominación de la materia y después de muchos años, conseguir la maestría... Aquí es cuando aparece la distinción de oficio.
Envidio las personas que tienen oficio de tradición familiar porque de ellas depende que su legado continúe, que su historia siga adelante.
Por mi parte he iniciado mi legado y espero que siga adelante, que en el 2115 un miembro de mi familia siga trabajando este oficio, con los conocimientos que yo pueda dejar, porque un oficio es perpetuo para el resto de los tiempos, se pueden aplicar avances tecnológicos para agilizar la creación o modernizar la imagen, pero la esencia del oficio está en la historia, en su raíz, y la esencia del artesano en conocer y saber aplicar esta historia.
Yolanda.