Tengo el pleno convencimiento que después de un largo periodo de inactividad, en cualquier disciplina, la vuelta a la cotidianidad se hace un suplicio. Es tediosa, pesada y si es posible alargarla en el tiempo, se alarga.
En mi caso también ha influido la marcha de un ser querido y unos cambios que esperaba, pero que llegados, se están aconteciendo rápidos y drásticos.
Ahora mismo puedo decir que tengo un gran cacao mental y estoy a la expectativa de ver a donde me llevan estos cambios.
"Acaban de cortar el cordón umbilical y hay que comenzar a valerse por uno mismo.."
Aunque llegado el momento en que la situación comienza a ser estable y parece que los cambios marchan pero sin prisa, se vuelve a retomar la actividad. Puesta a punto del taller, desechando lo obsoleto, lo que no sirvió o que nunca se utilizó y amparando nuevas ideas, proyectos...
Y una agenda nueva...
Volver a lavar, abrir y cardar la lana...
Ah! Y una nueva imagen de cabecera! (parece igual, pero ha cambiado... algo)
Todo para volver: Volver a empezar.
Próspero 2013, aunque ya han pasado 22 días desde su entrada!